En el nuevo experimento, los científicos han logrado transferir las propiedades físicas de una partícula de luz (un fotón) a otra partícula mediante la teleportación cuántica, estableciendo así un vínculo que cubre los 143 kilómetros que separan el telescopio Jacobus Kapteyn, en la isla canaria de La Palma, y la Estación óptica de la Tierra de la ESA en Tenerife. Ambas partículas deben antes entrelazarse. Los resultados del experimento ya están publicados en la revista científica Nature.
Para el experimento se instalaron detectores de fotones muy sensibles, y se sincronizaron los relojes en las estaciones de origen y de destino con una precisión de 3.000 millonésimas de segundo. Con esto último, los investigadores se aseguraban de que se detectaban los fotones correctos (la precisión máxima que proporciona la señal GPS es de 10.000 millonésimas de segundo). Los dos telescopios están localizados en terreno volcánico, a 2.400 metros de altura, y deben hacer frente a condiciones meteorológicas duras para este tipo de medidas, como viento, lluvia, nieve y tormentas de polvo.
"El siguiente paso será conseguir la teleportación con un satélite en órbita, para demostrar que la comunicación cuántica es posible a escala global", ha anunciado Rupert Ursin, de la Academia Austriaca de Ciencias.
1 comentario:
A mí todo esto me supera, pero me parece superinteresante
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