viernes, 4 de junio de 2010

VENGANZA - UNA GRAN ENTRADA QUE CUENTA UN ARBITRAJE CUTRE

Ayer España jugaba un partido amistoso (que no tuvo nada de amistoso) contra Corea Del Sur. Los ganamos 1-0 en el estadio Tivori (Innsbruck). El gol (o golazo) fue de Navas desde 30 metros. Corea tuvo una ocasión muy buena al final de la 1ª parte pero Reina la paró. Debutó Valdés, portero del Barça. El próximo partido contra Polonia el martes en Murcia, a las 21:50 por TVE1. Este partido era como una venganza. ¿Y por qué era este partido como una venganza?

El España - República de Corea fue un partido de fútbol entre las selecciones de España y Corea del Sur dentro de la 3ª fase de la Copa Mundial de Fútbol de 2002 (cuartos de final), que se disputó el 22 de junio de 2002 a las 15:30 (8:30 hora española) en el Gwangju World Cup Stadium (posteriormente denominado Estadio Guus Hiddink) situado en la ciudad surcoreana de Gwangju. El resultado final del partido fue 0-0, resolviéndose la clasificación para la siguiente ronda por medio de los penaltis, en los que ganó Corea anotando 5 goles frente a 3 que marcó España. Se recuerda como uno de los partidos más polémicos de la historia de la selección española debido a los múltiples errores del cuerpo arbitral que beneficiaron a Corea.

España llegaba a cuartos tras eliminar a Irlanda en la tanda de penaltis (el tiempo regular acabó 1-1), en la que destacó la gran actuación del guardameta Iker Casillas, que paró tres de siete penaltis (uno de ellos durante el partido). Mientras tanto Corea, la anfitriona, se había clasificado ganando a Italia por 2-1 en un partido polémico, en el que el árbitro ecuatoriano Byron Moreno expulsó al jugador italiano Francesco Totti en dos amonestaciones amarillas muy rigurosas y anuló varios goles de Italia injustamente.

Los primeros veinte minutos del partido, Corea se mostró superior, aprovechando su mayor forma física, presionando mucho a España, impidiendo que pudiese desplegar su juego e interceptando la mayor parte de sus pases. Se llega a tener en el minuto 17 una posesión del balón un 65% a favor de Corea. Poco a poco , España se fue haciendo con el control del partido, y en el minuto 27, Morientes tiene la ocasión más clara, en la que remata de cabeza una falta sacada por De Pedro, pero que para bien Lee Woon. El resto de la primera parte fue una sucesión de ataques del equipo español, que no acaban en gol, siendo los últimos cinco minutos especialmente agobiantes para Corea.

Al comenzar la segunda parte, España continuó dominando el partido, teniendo el balón y creando ocasiones. En el minuto 50, el arbitro anula un gol de Rubén Baraja, alegando que éste había hecho falta antes de disparar. Poco a poco los coreanos fueron demostrando su superioridad física frente al conjunto español, que empezaba a preocuparse ante la falta de acierto. En el minuto 78, Camacho cambió a Valerón, uno de los jugadores que más ocasiones estaba creando, por Luis Enrique. Desde entonces y hasta el final de la segunda parte, hubo dos ocasiones más del equipo español, que desbarató el portero Lee Woon y un tiro muy peligroso de Hwang Sun, que paró Casillas.

Ya en la prórroga, en el segundo minuto, el arbitro anuló un gol a Morientes (que hubiese sido de oro), al considerar erróneamente que el balón conducido por Joaquín junto a la línea de fondo había salido fuera. El equipo español empezó a mostrarse nervioso, cometiendo más fallos y sufriendo la presión del campo en su contra. En el minuto 100 Morientes erró en una de las mayores oportunidades del partido, al estrellar el balón contra el palo. El arbitro corta injustamente en tres ocasiones desmarques de Joaquín (min. 99), Morientes (min. 110) y Mendieta (min. 113) por fuera de juego, los dos primeros se habían quedado solos ante el portero. Según se iba acabando la prórroga, la tensión aumentó y en el minuto 114, Morientes recibió una tarjeta amarilla por protestar. La prórroga acaba en el minuto 120, cuando España iba a sacar su último córner.

Corea del Sur había fallado los dos penaltis que había tirado en el mundial, Lee Eul Yong, contra EEUU, tiró suave de tal forma que Friedel lo pudo parar y Hwang Sun Hong falló ante una espectacular parada de Buffon. Sin embargo, los coreanos partían con ventaja en esta tanda puesto que en la liga coreana donde estaban la gran mayoría de los jugadores, todos los partidos empatados se resolvían por penaltis. A la hora de lanzarlos, excepto el primer penalti que Casillas casi para, pero que se le escurre por debajo, todos los tiros de Corea fueros por alto y a la derecha del guardameta, que no puede hacer nada y acaban en gol. Baraja y Xavi marcaron los dos primeros goles de España, pero en el tercer tiro, Joaquín, visiblemente nervioso, tira un disparo flojo y ligeramente a la derecha del portero, que se inclina y para el balón. El siguiente gol de Hierro no pudo hacer nada ante la efectividad del equipo coreano, y España fue eliminada de la Copa Mundial.

Tras el partido España - Corea, surgieron tres principales polémicas:

La primera fue si la actuación arbitral fue acertada y si favoreció a Corea. El arbitro anuló dos goles a España, cortó muchos desmarques por fuera de juego y dio por acabado el partido cuando España se disponía a sacar un córner. Los medios españoles analizaron concienzudamente en los días posteriores y demostraron que la mayor parte de las decisiones polémicas del egipcio Gamal al Ghandour fueron erróneas, mientras que, en sus comentarios, la televisión egipcia consideró que Ghandour hizo un arbitraje correcto sin que su actuación influyera en el resultado final. Cuatro años más tarde, el árbitro reconoció en una entrevista al diario Marca que el juez de línea cometió un error.

La segunda polémica fue si la actuación arbitral fue la responsable de la eliminación del combinado español. Mucha gente afirma que los múltiples errores arbitrales a favor de Corea fueron decisivos para la derrota, sin embargo otros argumentaron que la principal causa de la eliminación fue la falta de acierto ante la portería coreana, y que, a pesar de los errores arbitrales, España debía haber creado muchas más ocasiones.

Por último se debatió si se debía asignar para partidos de tanta transcendencia colegiados procedentes de países con poca tradición futbolística o si se tenía que recurrir a árbitros y asistentes con mayor experiencia en partidos importantes. El arbitro del partido era egipcio mientras que sus asistentes eran de Uganda y de Trinidad y Tobago. Se da el caso, además, de que los arbitros participantes en el Mundial procedentes de estos países tenían muy poca experiencia y, por ejemplo, el juez de línea del partido, el triniteño Michael Ragoonath, era árbitro desde hacía sólo cuatro años.

Las reacciones de júbilo no se dejaron esperar en Corea del Sur, donde celebraron por todo lo alto su clasificación a las semifinales de la Copa del Mundo. El seleccionador Guus Hiddink fue considerado todo un héroe y se le puso su nombre al estadio de Gwanju.

Mientras tanto, en España, la derrota se consideró como una gran ocasión perdida para llegar a las semifinales de un Mundial y superar la tradicional maldición de la Selección con los cuartos de final, siendo la sensación general de total desolación e indignación porque se esperaba que la selección ganase fácilmente a Corea, al ser vista como un equipo débil. Se produjeron también, varias muestras de xenofobia ante lo coreano, como personas tirando huevos a la Embajada de Corea del Sur en Madrid, tiendas que se negaron a vender productos coreanos, o incluso, la cancelación del fichaje del jugador coreano Hong Myung-bo por Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid.

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