Para terminar el año, una entrada... ¿esperanzadora?
El sueño de un mago, un hechicero o un alquimista es encontrar el
elixir de la vida eterna. El interés por la vida ha sido una constante en la
vida humana. Heródoto (un historiador y geógrafo griego que vivió entre el 484
y el 425 a.C.) dijo que los etiopíes vivían más de 120 años. Eso lo lograban,
según Heródoto, bañándose en una fuente de agua densa como el aceite, que
dejaba sus cuerpos brillantes y olorosos a violeta. Aparte de alargar la vida,
lo que también se quiere es mejorar la calidad. Y según algún estudio, eso es
posible. Según algunos estudios, un niño que nazca en estos tiempos, tiene
muchas posibilidades de llegar a los 100 años. Los japoneses y los que viven al
lado del Mediterráneo, viven más. Las personas que consumen alimentos ricos en
antioxidantes contraen menos cánceres y cardiopatías.
La persona más longeva, murió con 132 años en Georgia. Algunos científicos creen que es posible que los humanos lleguen a los 150 años de edad.
Los nematodos (un tipo de gusano que vive 9 días) del laboratorio de genética de la Universidad de Montreal resisten vivos 50 días. A escala humana, supondría ¡400 años!
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